Slow Leather resume una manera de entender y hacer diseño: es una referencia directa al movimiento SLOW LIFE, surgido en Italia en 1986, bajo el nombre slow food, como una reacción frente a la comida rápida de los restaurantes de cadena, preparada en serie, sin dedicación ni amor, pero que se extendió rápidamente a otros ámbitos de la vida. 

Slow Leather es la aplicación a los productos de cuero del concepto slow fashion, que nace en oposición a la fast fashion, es decir, al compra-usa-tira y todo en la misma temporada.

Slow Leather se refiere a crear productos atemporales, con un marcado énfasis en el diseño, la calidad de los materiales y la confección artesanal; respetando el entorno y el trabajo de las personas que los producen, y apostando por la producción local. 

Es una manera de ser y hacer que invita a detenerse, a tomarse el tiempo para apreciar la calidad, las particularidades del material y las marcas que el tiempo ha dejado en él, para integrarlas en el diseño de modo que cada producto sea único, irrepetible. Un producto que irá mejorando su aspecto con el paso de los años.